Lávate ese asunto...

Cierto día chateando en latinmail, buscando algún mae que estuviera dispuesto a pasarla bien me encontré a un moreno, bajito que no pintaba tan mal, además estaba en plena disposición de tener una aventurilla conmigo aquella noche... tenía aparta y vivía solo.

Listos los términos de hora y lugar me aventure hacia Zapote dispuesto a tener un buen rato de lujuria, placer y mucho sexo...

Pasé al Más x Menos de Cuesta de Moras, compré condones, agua y me dispuse de nuevo a la marcha hacia el sector de la Veritas... Fui recibido por un mae moreno, medio gruesillo pero de buen ver...

Vivía en unos apartamentos, segundo piso primera puerta a la derecha... el pasillo principal tenia portón de metal al otro lado del mismo había un muro a media altura sin protección que daba al jardín de la calle. Él echó llave pues supuestamente era peligroso dejar ese portón sin cerrar.

A primera vista se veía como un tipo normal... moreno, de estatura media, educado... charlamos un rato de la vida y las cosas que suceden... entonces él pasó a la acción y empezó a besarme... sus labios calientes eran una invitación a continuar... el peso de su cuerpo me indicó que su picha estaba a reventar...

Claro a mí se me hacía la boca agua de las puras ganas, estaba muy exitado y el culo del moreno estaba muy durito, lo que hacía que pensara cada vez más em ponerlo boca abajo y dejarle ir toda mi picha ardiente bien adentro.

Al quitarle el pantalón verde que estaba usando un olor espantoso salió de aquella cavidad... era como si un pescado se hubiera podrido ahí dentro... él terminó de quitarse el pantalón verde, se bajó el boxer y de entre una selva de pelos negros y asquerosos se levantaba una picha goteante, maloliente y babosa que dejó mi apetito sexual por el suelo.

Voy al baño, me dijo. Y yo que estaba con los pantalones por las rodillas y sin zapatos decidí que era momento de huir... Puta tenía que pasar frente al baño y tenía la puerta abierta... pasé corriendo, me puse los zapatos al alcanzar el pasillo pues el maloliente venía justo detrás mio con su horripilante picha babeante y salté desde el segundo piso, caí en el jardín y corrí cuesta arriba.

Me juré no volver a buscar maes así, obvio no cumplí, las malas mañas no se pierden tan facilmente.